Existen los ángeles

Sé que hay ángeles aquí y ahora, que están en mi casa, en mi mente, en mi corazón y en mi vida.

Gracias a ellos supe que Dios me ama tanto que los ha enviado porque confía en ellos para cuidar de mí y lo agradezco, porque lo necesito, porque quiero ver cumplidos todos los sueños que me han prometido, porque nunca había sentido esta armonía que me han traído, porque creo y lo confirmo cada vez que veo sus alas sobre mi cama, porque he descubierto que ya no debo tener miedo, porque con ellos se fue la oscuridad que me envolvía.

He visto ángeles cuidándome día y noche, confió en ellos porque conozco su poder. He podido sentir la calidez de su abrazo en mis momentos más oscuros. He podido reconocer su presencia en mi vida y su manera de protegerme aún cuando había perdido la fe.

Sé que me cuidan 24/7 porque he sentido su amor incondicional en todo momento y en todo lugar, la paz que me transmiten y la tranquilidad en la que puedo descansar de un día gris. Sé que nunca estuve solo porque cuando me sentí abrumado estuvieron a mi lado llenándome de esperanza, hablándome entre susurro que llegaron a mis oídos mientras lloraba.

 Cada vez que quise rendirme escuché su voz dentro de mi mente repitiendo que todo iba a mejorar, que aún había mucho camino por recorrer y que jamás estaría solo porque siempre habría gente que me amaría. Ellos pudieron ayudarme a llevar mis cargas cuando su peso ya no me dejaba avanzar.

Por eso, cada noche antes de dormir cierro los ojos y los imagino volando sobre mi cama, llenando de luz cada rincón de mi casa, les hablo, les pido que no me dejen caer de nuevo, les canto para que sepan que estoy agradecido infinitamente por su protección y su compañía. Los siento junto a mí cuando me encuentro completamente solo, siempre están a mi lado derecho, ese es su lugar favorito y tal vez lo hayan escogido porque conocen mi punto débil.

Sé que siempre me han amado, que cada vez que estoy inmerso en el dolor me extienden su mano y me ayudan a salir de ese abismo en la que caigo, me muestran el camino de luz que me espera; yo sólo espero que siempre permanezcan aquí, animándome con su voz, arropándome con sus alas. Tal vez los demás no entiendan esa conexión especial qué tenemos ahora, ni la manera en la que pude reconocerlos, solo prestando atención a los mensajes que me enviaron en forma de señales y en medio de sueños, los mismos que no siempre entendía, pero que al despertar me dejaban una sensación de paz indescriptible.

Ser consciente de su propósito de guía, ha sido la mejor experiencia que haya podido disfrutar. Hoy me siento libre y profundamente amado, me siento seguro porque sé que no se irán de aquí y que con su luz seguirán aclarando cada minuto de mis días oscuros.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Carta para el amor de mi vida

El tren de la vida

El amor y el tiempo

¿por qué, siempre te elijo a ti?