Carta a la persona que me devolvió la paz
Cuando te conocí, mi corazón estaba completamente roto. Tenía apenas 19 años, pero estaba seguro que jamás podría ser completamente feliz al lado de otra persona, que yo había venido a conocer el mundo solo. Y eso estaba bien para mí. No obstante, coincidimos en el momento más inesperado y no pudimos separarnos desde ese día. Mis amigos estaban preocupados por mí, porque desarrollé demasiada confianza en alguien completamente desconocida y temían que me lastimaras. No podían entender qué me hacía sentirme tan tranquilo. Luego te conocieron y entendieron. Tu presencia no sólo da paz, sino alegría. Aunque ellos lo notaron y ahora te adoran, existe algo que no podrán conocer nunca porque es muy nuestro; en tu mirada siempre hay algo que me dice: "toma mi mano, prometo no soltarte nunca". Lo supe desde el primer día. Y claro, no todo ha sido perfecto. Ingenuamente yo creí que lo era, que nunca habría problemas, pero no ha sido así. Somos humanos. Poco a poco he madurado y